Las FAR se graban masacrando a los sudaneses que huyen de El Fasher
 
					Por Daniel Hilton & Mohammed Amin*
En el momento en que las Fuerzas de Acción Rápida (FAR) paramilitares anunciaron que habían tomado la ciudad de El Fasher el domingo por la mañana, quedó claro que los 260.000 sudaneses que se encontraban atrapados en la ciudad corrían un peligro grave e inmediato.
Desde que comenzó la guerra en Sudán en abril de 2023, los combatientes de las FAR han sido acusados de cometer masacres y abusos generalizados, incluido un genocidio en otra zona de Darfur.
En los últimos dos días, han comenzado a surgir escenas similares en El Fasher, una ciudad del oeste de Sudán que lleva más de 500 días sitiada.
Middle East Eye ha revisado docenas de videoclips e imágenes supuestamente tomadas en El Fasher desde que comenzó el asalto de las FAR.

Algunos fueron publicados por las propias FAR; otros aparecieron en las redes sociales, en particular en grupos sudaneses de Telegram.
Las imágenes muestran escenas caóticas y sangrientas, captadas por triunfantes combatientes de las FAR. Las investigaciones sugieren que los vídeos son recientes.
El dialecto árabe que se habla es sudanés, en particular de Darfur, y la vestimenta de los combatientes coincide con la de los miembros de las FAR.
Varios vídeos e imágenes fueron tomados en lugares que MEE ha confirmado que se encuentran dentro de El Fasher o que coinciden con la topografía de los alrededores de la ciudad.
Otras imágenes son engañosas. Una fotografía que se ha difundido ampliamente, en la que aparecen una mujer y dos niños colgados sin vida de un árbol, tiene en realidad al menos ocho meses de antigüedad y su ubicación es incierta.
Las FAR anuncian la victoria
El domingo por la mañana, las FAR anunciaron que había tomado la guarnición de la Sexta División de Infantería, el cuartel general de las tropas de las Fuerzas Armadas Sudanesas (FAS) que defienden El Fasher.
Unos 40 minutos más tarde, el departamento de comunicación oficial de las FAR publicó imágenes de combatientes celebrando en la guarnición, rodeados de edificios acribillados por las balas.
Otro vídeo publicado muestra a Abdel-Rahim Hamdan Dagalo, hermano y segundo al mando del líder de las FAR, Mohammed Hamdan Dagalo (alias Hemedti), dirigiéndose a sus tropas y pidiendo a la población de El Fasher que regrese a sus casas.
«Nuestras instrucciones a todas nuestras fuerzas son que no se toque ninguna propiedad de la población», afirma. «El Fasher está a salvo y protegida por los combatientes de las FAR».

Las imágenes tomadas por un dron y difundidas por las FAR poco antes muestran a decenas de personas huyendo a pie por los campos de las afueras de la ciudad.
Poco después de las publicaciones oficiales de las FAR, comenzaron a circular vídeos que parecen haber sido grabados por los propios combatientes en El Fasher y sus alrededores.
Uno de ellos muestra a miembros de las FAR en una de las calles de la ciudad, montados en camellos, conduciendo camionetas y caminando con sus armas en alto.
«Los nómadas están dentro de El Fasher», grita un hombre.
Las comunicaciones de El Fasher llevan meses interrumpidas. Antes del asalto de las FAR, sólo se podía contactar con las personas que se encontraban dentro de la ciudad a través de las conexiones a Internet de Starlink.
Desde que los paramilitares tomaron la ciudad, se ha perdido el contacto con casi todo el mundo.

Una de las personas que aparecen cautivas por las FAR es Muammar Ibrahim, un reportero independiente que colaboraba con Al Jazeera. Han circulado varios vídeos que muestran que ha sido detenido.
También se teme por otros sudaneses destacados. Se ha informado de la muerte de algunos trabajadores de los medios de comunicación, activistas y políticos, pero MEE no ha podido verificar de forma independiente estas informaciones.
Un vídeo que circuló el lunes mostraba a una mujer no identificada sin vida en el suelo.
«Estamos en El Fasher y esta es la periodista misma. Deja que aparezca ante la cámara. ¿Por qué no te levantas?», dice la voz de alguien fuera de plano.
Huyendo por los campos
Antes de la guerra, los campos que rodean El Fasher eran utilizados por agricultores de cereales y para el pastoreo de animales. Ahora, según muestran los vídeos, están llenos de sudaneses que huyen para salvar sus vidas.
Los vídeos que circularon el lunes muestran a combatientes de las FAR en camionetas persiguiendo a personas que escapan a pie.
«¡Mirad cuántos! ¡Alcanzad a las chicas que van delante!», dice un combatiente en uno de los vídeos, con disparos de fondo. A lo lejos se ve a decenas de personas huyendo. «Lo juro por Dios, saquead, saquead», insta un combatiente.

En otro vídeo, una camioneta atropella a personas que huyen por un campo. Después de que dos personas vestidas de civil se detienen, varios combatientes salen del vehículo y comienzan a llevarse sus pertenencias.
«Tú, ven aquí, que te jodan. Cállate. Ven aquí, no corras, hijo de puta. Trae lo que tengas. ¿Dónde estás poniendo la mano? Mátalo ahora mismo», dice un combatiente.
La víctima responde: «Juro por Dios que no tengo nada».
«Vamos a acabar con ellos. Acabad con ellos», dice un combatiente mientras uno de ellos, que parece ser un adolescente, dispara a un hombre después de robarle.
Un tercer vídeo grabado en un campo muestra a combatientes de las FAR caminando entre al menos seis cadáveres. «Civiles y queréis iros, ¡ni hablar!», se jacta un combatiente.

Los miembros de las FAR también se grabaron con personas que habían capturado mientras huían. En un vídeo se ve a decenas de hombres sentados en el suelo rodeados por combatientes, que los llaman repetidamente «esclavos».
En otro, los combatientes dicen a seis hombres detenidos, que visten ropa de civil, pero se identifican como soldados, que pueden huir. Cuando los hombres empiezan a correr, los hombres armados abren fuego contra ellos y abaten al menos a tres.
Atrapados
En agosto, el Yale School of Public Health’s Humanitarian Research Lab (HRL) identificó más de 31 km de bermas que las FAR construyeron para rodear El Fasher, creando lo que se denominó como «una auténtica trampa mortal».
Advirtió de que, «en caso de un éxodo masivo de civiles», las FAR «podrían matar fácilmente a los civiles».
Las imágenes difundidas el lunes sugerían que los muros de tierra y las trincheras que los acompañan estaban permitiendo a las FAR hacer precisamente eso.
Los vídeos muestran vehículos que probablemente transportaban a civiles que huían, abandonados y en ocasiones en llamas junto a los terraplenes, lo que sugiere que no pudieron cruzar la barrera y fueron interceptados.
En uno de ellos, varios combatientes se encuentran junto a un grupo de cadáveres en una trinchera y los describen como «nuestro objetivo».

Una figura que aparece repetidamente es un comandante de las FAR con el pelo largo, barba y un pañuelo blanquecino.
Un combatiente se dirige a él como Abu Lulu, y su aspecto coincide con el del general de brigada Al-Fatih Abdallah Idris, un oficial de las FAR que utiliza ese nombre de guerra.
Abu Lulu ya tiene antecedentes de cometer crímenes de guerra ante las cámaras. Una cuenta de TikTok atribuida a él tiene 144.300 seguidores.
En agosto, se le vio en las afueras de El Fasher interrogando a un cautivo sobre su identidad étnica, antes de dispararle siete veces a quemarropa.
También se le vio en vídeos en la refinería de petróleo de Al Jalili, al norte de Jartum, en marzo de 2024, y los medios de comunicación locales sugieren que participó en la ejecución de prisioneros. Se le acusa de asesinar a detenidos y civiles en Um Sumayma, en Kordofán del Norte, y en el-Fula, en Kordofán Occidental.
En el-Fasher, se ve al hombre que parece ser Abu Lulu haciendo lo mismo.
En un vídeo, aparece de pie frente a diez hombres sentados en el suelo, que le suplican que no les dispare.
«No tengo tiempo para juegos», dice. «Mirad, sólo tenemos dos opciones: la victoria o el martirio. La opción es luchar contra nosotros hasta el final y morir en la base militar, o aquí».
A continuación, abre fuego contra los cautivos, que aparentemente son asesinados por Abu Lulu y sus hombres.

El mismo hombre también aparece en otros cuatro vídeos que parecen estar grabados en al menos un lugar diferente.
Está junto a un terraplén, rodeado de cadáveres, con vehículos en llamas a un lado. «He visto a una chica guapa y la quiero», dice el comandante en un momento dado.
En dos de los clips, se dirige a un hombre herido que yace en el suelo y que le dice que es inocente.
Otro combatiente intenta tranquilizar al herido, describiéndolo como «prisionero de guerra» y pidiendo al oficial que tenga piedad.
«No tendré piedad», responde el oficial. «No queremos nada de ti. Sólo hemos venido a matar». A continuación, dispara al herido y lo mata.

La guerra de Sudán comenzó cuando los planes para integrar las FAR en el ejército regular estallaron en un conflicto que ha causado la muerte de decenas de miles de personas y el desplazamiento de 13 millones.
Las FAR, que surgieron de las milicias Janjaweed que lucharon en el genocidio de Darfur hace 20 años, han sido acusadas de atacar a civiles con asesinatos, saqueos y abusos sexuales a lo largo de la guerra.
Tras las matanzas masivas de sudaneses masalit en Darfur Occidental en junio de 2023, Estados Unidos y varios grupos de derechos humanos la acusaron de cometer genocidio. Las Fuerzas Armadas Sudanesas también han sido acusadas de crímenes de guerra.
Aunque niega que respalde materialmente a las FAR, cada vez hay más pruebas de que los Emiratos Árabes Unidos siguen suministrando armas y mercenarios a los paramilitares.
Horas antes de la caída de El Fasher, las conversaciones de alto el fuego en Washington fracasaron porque los Emiratos Árabes Unidos se negaron a abordar el devastador asedio de 18 meses a la ciudad.
Las Fuerzas Conjuntas, antiguos rebeldes de Darfur que luchan junto al ejército sudanés, afirmaron el martes que al menos 2.000 civiles habían sido asesinados por las FAR en El Fasher desde el domingo.
Tasis, el brazo político de las FAR afirmó: «Muchos de los vídeos de violaciones que circulan en las redes sociales son falsos y han sido fabricados por los medios de comunicación del Movimiento Islámico, mercenarios de las Fuerzas Conjuntas y otros. Si se examinan detenidamente, esto queda claro».
N. de la T.: La guerra del relato. Mientras, el sufrido y valiente pueblo sudanés sigue pereciendo. Tras un leve atisbo de esperanza, la espantosa realidad parece imponerse de nuevo en medio de tantos intereses en juego.
– Imagen de portada: Un hombre que parece ser el comandante de las Fuerzas de Acción Rápida (FAR) Abu Lulu apunta con un arma a unos hombres detenidos antes de dispararles (redes sociales).
* Nota original: RSF fighters film themselves massacring Sudanese fleeing el-Fasher.
Daniel Hilton es director de noticias de Middle East Eye. En abril de 2021, su reportaje desde la ciudad libia de Tarhuna sobre las atrocidades de la guerra civil fue reconocido con un Premio de Medios de Comunicación de Amnistía Internacional. También ha sido preseleccionado para los premios Prix Bayeux para corresponsales de guerra y periodista del año en los premios Drum. Anteriormente, Hilton trabajaba en Beirut, donde era editor regional del periódico libanés The Daily Star.
Mohammed Amin es un periodista sudanés especializado en geopolítica y violaciones de los derechos humanos en Sudán y Sudán del Sur, así como en otros lugares del noreste de África. Trabaja para numerosos medios de comunicación regionales e internacionales. En noviembre de 2022, el Rory Peck Trust le concedió el premio Martin Adler por su trabajo para Middle East Eye, en el que cubrió las masacres de las Brigadas Wagner y el golpe de Estado sudanés.
– Traducido por Sinfo Fernández para ‘Voces del Mundo’
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